En el jardín de la vida, entre susurros de la brisa, florecen mil colores, delicadas y exquisitas, las flores, esos tesoros que la naturaleza bendice, con su encanto y fragancia, el alma embellecen y abrigan, Son un eco de esperanza en los días de oscuridad, una melodía que nos inspira a seguir adelante sin cesar, y cuando nuestras almas se sienten cansadas y desgastadas ellas, renacen en primavera, mostrándonos que la vida nunca está acabada.
En cada flor, un mensaje de esperanza reside, un recordatorio de que la vida es un regalo que debemos vivir, así como ellas se abren al mundo, con valentía y sin temor, también nosotros podemos florecer y dejar una huella llena de color.
Raquel
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