Como siempre un placer apreciar tu tarea.
 Un despliegue de buen gusto y acierto, no facil de cumplir por lo extenso pero tu salvas obstaculos , gracias por tu aporte, un abrazo

Margarita, ciertamente no es nada fácil aceptar las cosas difíciles, y como bien dice tu presentación, muchas personas no las afrontan y solo las maquillan, por lo que los efectos de los mismos se convierten en un círculo vicioso que a la larga dañan la psiquis y el cuerpo de la persona, porque tales hechos están vinculados muchas veces a sentimientos de fracaso, odio, resentimiento y un sinnúmero de cosas negativas que no dejarán avanzar a la persona como ser integral. De hecho, una manera de sanar esos malos sentimientos es aceptar lo que nos sucedió y perdonar, si es el caso, a las personas involucradas y si la culpa es nuestra debemos perdonarnos a nosotros mismos.
Yo como creyente recurro a la oración para contar al Señor de los cielos todos mis problemas, vicisitudes, incluso cuando por mi dejadez “meto la pata” y es por eso que el diálogo (en mi caso, con Dios) eso me ayuda mucho.
Para un no creyente, quizás podría aliviar un poco recurrir a un terapeuta para que le ayude a soltar, dejar esos malos sentimientos cuyas raíces están ancladas en el alma de las personas.
Una persona se puede dar cuenta que los hechos del pasado que fueron dolorosos en su momento, en el presente ya no lo son, porque cuando lo recuerda ya no le produce dolor, pesar, angustia, desazón, sino que recuerda ese hecho como algo que ya pasó y que le ayudó a crecer como persona.
Isaías 43:18-20, nos dice:
18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.

19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

Salmos 30:10-12, dice:
10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador.

11 HAS CAMBIADO MI LAMENTO EN BAILE;
DESATASTE MI CILICIO, Y ME CEÑISTE DE ALEGRÍA.

12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

Margarita, por lo demás, excelentes imágenes que nos has presentado y que redondea tu buen trabajo.
Dios te bendiga.

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