Una gran lección la que les dió este viejo indio a los dos jóvenes Ana.
Asi es el amor, jamás debe de estar amarrado pues tarde o temprano se romperá y producirá daño en ambos.
El amor debe de ser libre, unidos, pero jamás atados para que perdure.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi cariño hasta Telde, desde Madrid