Hola Margarita, no sólo no te deja indiferente, si no que te deja una sensación de caminar hacia nuestra propia destucción.
ATEMORIZA. Que ciegos que estamos, aturdidos por los problemas cotidianos que nosotros, y los otros creamos, y no podemos detenernos a pensar hacia donde nos dirigimos.
Muy buen material
Gracias por compartirlo
Saludos
Raúl