A pesar de las adversidades, las rosas florecen con una belleza que desafía el dolor. Sus espinas son un recordatorio de que la vida puede ser complicada, pero su esplendor nos enseña que, a pesar de todo, siempre hay lugar para la belleza. En su fragilidad, encontramos fortaleza; en su fragor, la esperanza.
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Imagina un jardín lleno de rosas, donde cada flor representa un sueño. Algunas son pequeñas y frágiles, otras grandes y exuberantes. Al cuidarlas con amor y dedicación, florecen en su máximo esplendor, mostrándonos que nuestros sueños, al igual que las rosas, requieren tiempo y esfuerzo para ser alcanzados.
Disfruten de estas hermosas rosas
Saludos
Raquel
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