Ana una hermosa flor que solo crece en las altas montañas donde, por lo general, hay nieves perpetuas.
Hace la friolera de unos 36 años, cuando aún podía hacer esas subidas a la montaña, en Monte Perdido, en los Pirineos, logré coger una que he conservado durante muchos años, pero con los cambios de casa al final se perdió y tepuedo asegurar que lo he sentido pues incluso seca era bonita.
Me ha encantado verlo.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi cariño hasta Telde, desde Madrid