El Serapeum de Saqqara, es la necrópolis subterránea, situada al norte de Saqqara, cerca de Menfis, donde se enterraron los sagrados toros Apis. El nombre Serapeum fue dado por Estrabón, al asociar Apis a Serapis. La veneración del toro Apis está atestiguada, según la Piedra de Palermo, desde la Dinastía I. Fue adorado en Menfis, mientras vivía, como la encarnación del ka de Ptah, dios creador, pero al morir se le asimilaba a Osiris, el dios de la resurrección. Se le llamó “El heraldo de Ptah”. Los enterramientos rituales del toro Apis tuvieron su apogeo tardíamente. Al morir un toro Apis se iniciaba un largo y complejo ritual, el cual permitiría al toro renacer. Estos toros sagrados fueron enterrados en sarcófagos, elaborados con bloques pétreos monolíticos.