Victor de nuevo por aqui documentándome con tus presentaciones.
Esta basílica de San Vicente de Ávila me ha parecido muy austera, pero bonita, aunque, francamente, menos mal que ya dejaron en paz los cadáveres de las hermanas Sabina y Cristeta, pues con tanto traslado debían de estar ya mareados.
Precioso el gran órgano.
Un abrazo con mi amistad hasta Tarragona, desde Madrid