Isolina y Risto: hace muchísimos años estuve en Resistencia y ya era conocida la historia de Fernando. Yo creo que era un perro bohemio y como tal, se adueñó del cariño de la gente y ésta lo respetó en su deseo de libertad: nada de dueños, era de todo el mundo. Me encantó este trabajo calido y con buenos sentimientos. Gracias por compartir. Cholulita.