Tarde que temprano perdemos la guerra contra el tiempo ...
Nuestra juventud se nos escapa del cuerpo y la gravedad fuerte y descarada se toma todo aquello que cuidadosamente nos hemos esforzado por mantener en su lugar.
Un día nos cansamos de imitar en el espejo, a aquella joven que fuimos ...
Que importa si ganó la gravedad ...
Que nos cansamos de hundir el estómago ...
De sacar el pecho y las pompas ...
Que importa si la belleza ya sale del alma ...
Que maravillosa es esta etapa de ser como somos, de amarnos tal cual ...
Piensa y actúa en positivo desde el amor ....
Con cariño para todos vosotros con el deseo de que os guste esta bonita reflexión.
Un abrazo,