La iglesia de los Pescadores, a escasos metros del mar, en la bella localidad alicantina de Jávea es tal vez la obra de hormigón armado, obra del arquitecto asturiano Fernando García Ordoñez. El proyecto define una planta ovalada limitada por unos muros de hormigón armado, de sorprendente ejecución y esplendidas texturas, que se van desplomando hacia el exterior dejando pasar una tenue luz cenital que baja lamiendo sus superficies. La cubierta recuerda la construcción de una barca, con sus cuadernas de madera, imagen reforzada en el exterior con los doce soportes de gran altura, que serían la imagen de los doce apóstoles que cargan la barca de la iglesia.
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