Ines un dulce poema, delicado, romántico y con esa quimera del deseo de una mirada, de unos ojos.
Lo has acompañado de esos bellos paisajes cambiantes llenos de delicadeza que nos sumerge totalmente en el poema. La música acompaña perfectamente la ensoñación.
Un abrazo con mi amistad hasta Canadá, desde Madrid