La fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo y de su presencia real en la Eucaristía es la fiesta que nos habla de la presencia de lo extraordinario de Dios en lo ordinario, en la vida cotidiana. Todo el misterio de la encarnación, la vida, la pasión y muerte y la resurrección de Jesucristo se concentran en esas realidades tan cercanas y ordinarias, casi tan vulgares, como son el pan y el vino
Mabel, gracias por tus palabras. Hermoso evangelio, y como siempre cada vez que escucho la oración "Alma de Cristo santifícame, cuerpo de Cristo, sálvame....", y las demostraciones que Dios me ha dado en la vida de su existencia y las lecciones que con suaves palmadas me ha hecho entrar en razones y ver lo que es importante en esta tierra y lo que debería importarnos para llegar a la eternidad gozando de su visión, la última no hace mas de cuatro días, me bastan para vivir, con fé, esperanza y caridad, aunque muchas veces caiga, se que las mismas veces Él me ayudrá a levantarme.
Gracias Mabel
cariños
Raúl