Puede sorprender la prontitud con que Simón Pedro y sus compañeros, Santiago y Juan, abandonan todo y se marchan en pos del Maestro. Pero no hay de qué sorprenderse, si caemos en la cuenta de que este seguimiento se produce tras el encuentro con Cristo “en lo profundo”. Hay un vínculo esencial entre la invitación a remar mar adentro y la llamada al seguimiento.
Mabel, preciosa reflexión en este pasaje.....deberíamos nadar mar adentro más veces de lo que lo hacemos, por dudas y miedos, pero es cierto que la fé mueve montañas.Gracias.Un abrazo y felíz domingoCharo
Muy hermoso el evangelio de hoy domingo con las enseñanzas que nos muestra, te felicito Mabel por tu trabajo tan delicado. Un beso Mari Tere
Que razon tiene San Ambrosio de nuevo gracias por la palabra de Dios y que Dios os acompañe