Estupenda presentación Fernando, llena de verdades que el mundo no quiere ver, es más fácil echarle la culpa a los gobiernos o a la demás gente que aceptar que necesitamos a Dios. Yo agregaría que dijimos que estaba bien que se matara a los niños por nacer, para quitarse un estorbo de encima, como lo hacen muchas mujeres, y se despenalizó el aborto. Igualmente, dijimos que estaba bien que se celebraran matrimonios entre personas del mismo sexo, pues hay que respetar las preferencias sexuales de ellos, pero esas personas que dijeron que estaba bien, en ningún momento pensaron en que al respetarlos a ellos, se estaba faltando el respeto a Dios, demostrando que no importaba su opinión. Cuando no nos importa la opinión de Dios es cuando todo se sale de la raya y nos perdemos en la anarquía moral, con sus funestas consecuencias. Es un tema que da para mucho Fernando, te felicito por publicarlo. Saludos y que tengas un nuevo año muy bendecido.