Inés, muy original tu presentación y muy hermosa. Nada más puro que el corazón de un niño, no podemos volver el tiempo atrás, no podemos volver a ser infantes otra vez, pero conservar algo de ese niño o niña que fuimos es una bendición, solo no perdamos la capacidad de asombro y no pensemos con malicia de los demás. Un abrazo muy grande desde México para ti.