Miguel una gran reflexión que todos debemos de tener presente.
Cuando estamos resentidos por algo con alguna persona, pasamos demasiado tiempo pensando en esa ofensa y no nos deja disfrutar del momento, sin darnos cuenta de que ese tiempo jamás volverá.
Desagamonos de esas papas que todos cargamos en la mochila.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi amistad para ti hasta La Linea, desde Madrid