Increíble Raquel, menudo valor tiene esta mujer de estar tan tranquila entre esos 4 leones no solo besándoles, si no metiéndoles prácticamente la mano en la boca con total tranquilidad.
Cosas extrañas que pasan a veces y nos sorprenden.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi amistad hasta Lima, desde Madrid