La lucha de clases como siempre, los ricos tan intolerables, tan insensibles, tan orgullosos y los pobres pidiendo para no morir de hambre, aunque eso si se unían en motines y a veces lograban lo que pedían, pues ya se sabe que al pueblo unido no hay quien lo gane.
Muy interesante esta parte de la historia de Canarias como todas las otras.
Un abrazo,