El invierno es triste, es sombrío para los que no tienen calor que conforte el cuerpo y alegres ilusiones que animen el alma.Pero bendito eres, viejo invierno, cuando se oye caer la lluvia con lentitud, y la niebla densa nos rodea, y el frío llega con esa perezosa indolencia que nos invade...Espero que os guste. Un abrazo, Sheyla.