La Cueva de San Ignacio es un conjunto arquitectónico del municipio de Manresa (Barcelona) que forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
El conjunto nació para venerar el lugar donde, según la tradición, se recluyó San Ignacio de Loyola a orar y hacer penitencia durante su estancia en la ciudad del 25 de marzo de 1522 a principios de febrero de 1523, en una de las cuevas formadas por la erosión de las aguas del Cardener, volviendo de su peregrinación a Montserrat.