La abadía de Glastonbury, situada en Glastonbury, Somerset (Inglaterra), es una iglesia y abadía medieval, cuya leyenda la señala como una de las más antiguas, dado que sus orígenes se remontarían al establecimiento de una comunidad de monjes en el año 63, momento de la llegada de José de Arimatea, que habría aportado el Santo Grial y habría plantado el espino blanco. Aunque estos hechos carecen de realidad histórica y aun de verisimilitud, la abadía conserva su interés gracias a sus ruinas y su verdadera historia.