Una obra que parece que ha costado muchos, muchísimos años lograr, pero al final ahi está para beneficio de la humanidad.
Me encanta ver los barcos en los canales, esa medida tan escasa y exacta que de no ser por los remolcadores sería labor imposible que pudieran cruzar sin tocar a los lados.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi amistad hasta Logroño, desde Madrid