Jose Luis hay que reconocer que el avión es fantástico, pero tanta ostentación habiendo el hambre que hay en el mundo, me da a conocer un poco la clase de persona que es su dueño.
Que lo disfrute mientras pueda, después no podrá llevarse nada como el ser que menos tenga.
Estoy totalmente de acuerdo con la frase que eligió Raquel. Prefiero ser feliz y tener algo mas que dinero.
Un abrazo con mi amistad hasta Logroño, desde Madrid