Ana el amor que se siente hacia los hijos es algo indescriptible aunque a veces, quizás demasiado a menudo, las "obligaciones" diarias nos hacen dejar un poco de lado ese cariño y esa dedicación que los niños merecen sin darnos cuenta de que la única y verdadera obligación es amarles y dedicarles a ellos nuestro tiempo.
Muy bonita reflexión.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi cariño hasta Telde, desde Madrid