Fatal historia al colocar mi felicidad, alegría y paz en manos de otra persona. Cuando aprendo a quererme y respetarme la tranquilidad , la paz y el sosiego de bienestar que está en mi corazón no le pertenece a nadie sino solo a mi persona y allí es cuando aprendo a amarme y puedo quizás querer a los demás de resto estoy sometido al fracaso puro y simple . Muy buena lección e n el pps les felicito un fuerte abrazo amigos.