Yolanda una triste y bella historia que a mi entender pasa con demasiada frecuencia, aunque no tengan siempre el mismo final.
Muchas personas nos aferramos al odio, al rencor, y sufrimos por ello sin pensar que nuestro bienestar y descanso esta en perdonar y amar, no en odiar.
Una gran reflexión la que nos deja esta historia que habremos de tener en cuenta.
Un abrazo con mi amistad hasta Perú, desde Madrid