Mari Tere, muy conmovedora historia la que nos presentas. Sin duda que cuando vemos partir de este mundo a nuestros seres queridos, tenemos la esperanza de volverlos a ver en la otra vida, en el cielo.
Lo importante es que cada uno de nosotros en vida tenemos que aceptar a Cristo como Señor y Salvador y seguir sus mandatos que Él nos dejó a través de su Palabra.
Lo más terrible para un ser humano es partir de este mundo sin el perdón de sus pecados y sin arrepentimiento, rumbo a la condenación eterna.
Por lo demás, excelentes imágenes y muy suave melodía.
Dios te bendiga.