Una gran verdad Raquel. Nadie puede dar aquello de lo que carece y el amor y la felicidad, que todos llevamos dentro, hay personas que no han sabido sacarlo o encontrarlo y viven amargadas y pendientes de ellas mismas y de lo que quieren para ellas. Esas personas nada tienen para dar, únicamente hastío y amargura.
Me ha encantado.
Un abrazo con mi amistad hasta Lima, desde Madrid