Colacho una historia triste con un final muy feliz que me hizo emocionar.¡Cuántas personas en la situación de Agenor hay en la tierra! pero que pocos Amaro se encuentran dispuestos a prestar esa ayuda, que pueda cambiar la vida de las personas.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi cariño y amistad hasta Telde, desde Madrid