Ana en ocasiones es bueno abrir el alma y mostrarnos tal cual somos, con nuestros miedos y nuestras esperanzas y alegrías.
La vida a veces nos lastima pero eso no debe de detenernos, pues de todo ello podemos sacar enseñanzas que nos ayudarán en la vida.
El final me parece fantástico "Nunca daré la batalla por ganada, seguiré en la lucha purificando el alma, juntando sonrisas y liberando lágrimas"
Me ha gustado mucho.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo con mi cariño hasta Telde, desde Madrid