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Musicales / Re:Ay, mi perro
« Último mensaje por Vicente García en 27 de Marzo de 2025, 01:14:48 pm »Pobrecitos animales que tienen por dueño a un cabestro, y no me estoy refiriendo a los bueyes, esos animales tienen 4 patas; yo me refiero a los cabestros de 2 patas que tienen menos cerebro que una hormiga, que si tuvieran al menos el cerebro de una hormiga, seguro que serían más bondadosos. A los que van todos los años haciendo el camino del Rocío pasa exactamente lo mismo, tratan a los caballos que van tirando de las carretas a latigazos, después que van los animales cansadísimos de ir tirando por esos caminos de arena y polvo, hay quien los trata a banquetazos. Menos mal que ahora han puesto las leyes un poco más duras para esos maltratadores y al que pillen infraganti va apañado, entre la multa que le ponen y según sea puede ir incluso a la cárcel. Pero siempre hay casos que se escapan como esas peleas de gallos que hacen en algún que otro sitio, o perros que entrenan para eso. No entiendo como puede ser que haya personas que sean capaces de hacer esas barbaridades con los animales, bueno; personas no es que sean, para mí suelen ser más bien como he dicho antes, unos cabestros con la cabeza bacía o hueca sin ningún sentimiento. El mes pasado se le murió a mi hija la mayor una perrita que le regalaron cuando nació, ya tendría sus 14 o 15 años el animalito. Este animalito cuando llegaron mis nietos a su casa al salir del colegio sobre las 2 y cuarto de la tarde, al abrir la puerta de su casa todos los días la perrita salía a saludarles, pero ese día no salió y la primera que le vio fue mi nieta de 10 años, esta al verle tan tumbada y sin moverse del suelo ya se imaginó, pues llevaba mucho tiempo malita el animalito, mi nieta lloraba como una magdalena y es que ella cuando nació desde el primer momento siempre estaba a su lado como cuidando de ella, a mi nieta le costó un berrinche aunque a los demás también. Pues a día de hoy, cada vez que llegamos a su casa después de recoger del colegio a mis nietas, cuando abrimos la puerta de la casa de mi hija, todavía nos parece estar viendo a la perrita salir a saludarnos a la puerta. Los animales suelen tener mejores sentimientos que muchas personas que más bien son personajes, de personas solo tienen la ropa con la que se visten. Pero así es la vida, unos nacemos para aportar algo y otros nacen para arrasarlo todo. 
