Un día de otoño, mientras caminaba por el bosque, pude apreciar la majestuosidad de esta estación. A medida que el sol se ponía, el cielo se teñía de tonos rosados y morados, creando un espectáculo de colores que parecía pintado por un artista celestial.
En el otoño, la vida parece desacelerarse. La naturaleza se prepara para el descanso invernal, y nosotros, los seres humanos, también aprovechamos esta temporada para reflexionar, disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos y agradecer por las bendiciones recibidas a lo largo del año.
El otoño es una estación mágica, llena de belleza y nostalgia. Nos recuerda la fugacidad de la vida y nos enseña a apreciar la belleza efímera de cada momento. Cada hoja que cae es un recordatorio de que, al igual que la naturaleza, nosotros también estamos en constante cambio.
El otoño nos invita a abrazar el cambio con calma, a recoger las experiencias de un año en declive. Es un ciclo eterno de la vida, sin drama ni palma, un recordatorio de que, al final, todo se revive.
Espero que disfruten de esta presentación
Raquel
