El Real Alcázar de Sevilla es un conjunto palaciego amurallado construido en diferentes etapas históricas. Aunque el palacio original se edificó en la Alta Edad Media, se conservan algunos vestigios de arte islámico y, de la etapa posterior a la conquista castellana, un espacio palaciego mudéjar y otro de estilo gótico. En reformas posteriores se añadieron elementos renacentistas, manieristas y barrocos. Es la residencia de los miembros de la Familia Real Española cuando visitan Sevilla. Esto hace que sea el palacio real en uso más antiguo de Europa.