Desde mediados del siglo XX, y lo que hemos vivido de este XXI, han pasados muchas cosas a un ritmo muy acelerado. Podemos recordar momentos de nuestros pasado, pero no siempre ha sido posible inmortalizarlos en imágenes sobre papel o sobre celuloide. Gracias a esos soportes podemos contemplar escenas de la historia del planeta.