La Catedral de Teruel tiene su origen en la iglesia de Santa María de Mediavilla, que comenzó a edificarse en estilo románico en 1171 y se concluyó con la erección de la torre mudéjar en 1257. En la segunda mitad del siglo XIII, el alarife morisco Juzaff, reestructura la antigua obra románica y dota al edificio de tres naves mudéjares de mampostería y ladrillo, que mejoran y elevan la estructura románica del siglo XII.