Su naturaleza siempre ha sido su mejor arma de seducción. Entra por los ojos en cuanto uno cruza el Negrón, el popular túnel que le separa de León y que indica a los asturianos que ya vuelven a estar en casa. Una bajada por el Huerna sirve como antesala de lo que nos encontraremos: extensos valles por donde corre el agua, fauna salvaje y pequeños pueblos que, según nos acercamos al centro de la región, siempre han estado marcados por la minería