Pues sin llegar a ser festivo el día del entierro de la sardina, es un día en el que la gente se lo pasa genial. He visto muchos de esos entierros, y en algunos de ellos te partes de risa y en otros te pegas un banquete comiendo sardinas. Hay ciertos sitios que una vez quemada la sardina que va en la carroza, a continuación lo que hacen los organizadores es poner una gran parrilla encima de las brasas de la hoguera y echar kilos y kilos de sardinas para asarlas, lo malo de todo eso es que los que están alrededor de la hoguera, son los que se ponen las botas comiendo sardinas, mientras que los que están más atrás solo les llega el olor, lo se por experiencia por que me ha pasado dos veces. Hay gente muy ansiosa que parece que no ha comido nunca y se aprovecha en esas ocasiones, el ansia es muy mala.