Rodrigo un decálogo de la serenidad perfecto que todos deberiamos de intentar poner en práctica.
Juan XXII fué el papa de la serenidad por excelencia, dicen que la cara es el espejo del almma y la cara de este papa era todo serenidad y bondad, puede ser tambien que se parecia tanto a mi abuelita en las formas que por eso le tuviera tanto cariño.
Yo procurare tomar nota del decálogo, algunas cosas ya las cumplo, las demás las pondre en práctica, me parece una buenisima reflexión.
Un abrazo con mi amistad para ti hasta Medellín, desde Madrid Margarita