Angeles, las canciones de Alberto Cortez siempre llevan un gran mensaje y en este caso igualmente.
Muy cierto el vino desata la lengua, que debiera desatar el agua y se dicen cosas y cosas que a veces, es mejor callarlas.
Hacía tiempo que no escuchaba a Alberto Cortez y me ha gustado volver a oirlo.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo para ti hasta Algeciras, desde Madrid