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SOL Y SOMBRA






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SOL Y SOMBRA
« en: 20 de Septiembre de 2014, 07:10:47 pm »


SOL
Y
SOMBRA


EN ESTOS DÍAS DONDE EN CUALQUIER PUEBLO O CIUDAD  DE ESPAÑA ESTÁN DE FIESTAS AQUÍ LES DEJO UNAS IMÁGENES DE TAUROMAQUIA DONDE SE MUESTRA UNA CORRIDA DE TOROS





Desconectado ADELAO

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #1 en: 21 de Septiembre de 2014, 03:53:19 pm »
JESUS YO NO SOY AFICIONADA A LOS TOROS ,PERO ESTA BIEN , HAY QUEDA ESO, SALUDITOS AMIGOS

Desconectado jesus mota

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #2 en: 21 de Septiembre de 2014, 05:45:51 pm »
GRACIAS PILI SI TE HA GUSTADO DESDE LUEGO EN ESPAÑA ES LO QUE HAY UNA MUY BUENA AFICIÓN HA ESTE MUNDO DE LA TAUROMAQUIA Y QUE PERDURE ABRAZOS

Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #3 en: 21 de Septiembre de 2014, 10:13:40 pm »
 G'racias mi quero  Jesus   ,    excelentes imagenes ,  linda musica    ,  buena realizacion,  besos     :corazon :Abrazo

Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #4 en: 21 de Septiembre de 2014, 10:18:15 pm »
Jesus, esta vez....paso.

Respeto que es costumbre y tradicion pero imposible para mi verlo, un abrazo
 

Desconectado tomas MF

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #5 en: 24 de Septiembre de 2014, 11:13:25 am »
Amigo Jesús, yo si estoy totalmente en contra del maltrato animal, maltrato que sirve para nada, solo para rellenar el ego de personas violentas, si cabe todo este cuento taurino, espero que lo lea  muchísima gente, saludos cordiales.




CUENTO ANTITAURINO: EL TORO SÍ SUFRE


CUENTO ANTITAURINO
Este cuento está basado en hechos reales y sirve de respuesta a las declaraciones que ha hecho recientemente el doctor Illera, director del departamento de Fisiología animal de la facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en la revista taurina 6 toros 6, número 656, del 23 de enero de 2007. Sus declaraciones fueron publicadas bajo el título: “Por qué el toro no sufre”

Soy un toro de lidia, de esos que pasan más o menos cuatro años a cuerpo de rey en las maravillosas dehesas que pueblan mi país, conocido en determinados ambientes como la piel de toro. Soy tan importante para la cultura de mi pueblo, que en muchos lugares su bandera nacional se adorna con mi silueta dibujada entre tres líneas horizontales de colores, dos rojas y una amarilla.

Soy tan representativo para el resto del mundo que he sido elegido como mascota del próximo Euro basket de baloncesto que se celebrará en España el próximo verano. Me han bautizado con el nombre de Bravo.

 Eso sí, me han puesto una camiseta roja de tirantes y una botas de baloncesto. Durante los cuatro años que vivo a cuerpo de rey, a veces, me someten a una cosa que se llama la tienta, el acoso y el derribo que dicen es para medir mi bravura y mi trapio, aunque en definitiva no es más que para cabrearme. También pasé por otra experiencia desagradable que es el herrado, pero prefiero no recordarlo. Soy un bóvido, como las vacas frisonas o las charolesas, pero mi destino es diferente.

Mientras que a unas las alimentan para producir leche y a las otras para producir carne, a mí me crían para matarme. Bueno, a ellas también las matarán, pero de forma diferente. Un día, cuando más o menos he cumplido los cuatro años, me suben a un camión y me introducen en un espacio no demasiado grande. Alguna vez había subido en algo semejante.

 Fue cuando era más pequeño y me llevaban a las tientas. Algún amigo también lo utilizó para ir de una dehesa a otra, y otros, para ir al mismo sitio que las frisonas y las charolesas, es decir al matadero.

Entre unas cosas y otras, yo me estreso mucho y, entonces, mi sistema endocrino formado entre otras por unas glándulas llamadas hipotálamo, hipófisis y adrenales, se ocupa de descargar unas sustancias llamadas hormonas. Mi sistema nervioso periférico, le dice cuando me estreso a mi otro sistema nervioso, el central, que estoy angustiado, que tengo miedo.

 Yo, acostumbrado a vivir al aire libre y a hacer lo que me da la gana, de repente me veo encerrado en un espacio pequeño, que encima se mueve. Antes, como es lógico, he opuesto mucha resistencia, así que todavía estoy más enfadado, además de nervioso. Por esta razón he descargado a mi sangre mucho cortisol. Hay un veterinario que cuenta que igual somos claustrofóbicos, y que por eso nos estresamos mucho, pero no es más que una suposición sin ningún fundamento científico.

 Es entonces, como he dicho antes, cuando en mi sangre, si me hacen unos análisis, se verá que tengo mucho cortisol. Esta es una de las cosas que dicen los estudios del Dr. Illera. Al fin y al cabo es la hormona del estrés. Hay otras sustancias que se llaman beta endorfinas y otras que se llaman catecolaminas, que también las produce mi organismo en estas ocasiones.

De las primeras, las beta endorfinas, que dicen que controlan el dolor, en estos casos no produzco muchas, de las segundas, entre las que está la adrenalina, genero algo más. Cuando me bajan del camión me llevan a una especie de cuadras, creo que las llaman chiqueros, en las que me vuelven a encerrar. Si la plaza donde me van a matar es importante igual me tienen allí uno o dos días, y quizás me den algo de comida.

Pero si es de esas pequeñas o de esas prefabricadas, lo normal es que muera el mismo día de mi llegada. A mi me tocó en una plaza grande, de esas que se llenan de gente con sus comidas y sus bebidas, sus peinetas, y sus buenos trajes; de esas donde al torero se le pagan muchos millones y los espectadores pagan mucho por ver como me lidian y me matan; de esas a las que va mucha gente importante, empresarios, futbolistas, políticos, actores, músicos, famosos, “famosotes”, incluso a alguna, ha ido el rey de España.

 Bueno, también va gente más modesta, pero esos se ponen en una zona que llaman tendido de sol o bien ocupan las localidades más baratas. A lo que me van a hacer lo llaman arte, pero la verdad es que nunca supe, ni sabré por qué, y tampoco me importa demasiado. Durante el tiempo que estuve en los chiqueros, vi, que tres de los toros que habían salido al ruedo volvían. Uno vino bastante bien, no sangraba, ni al parecer le dolía nada. Bueno, sí, le dolía una pata y cojeaba.

 Esa es la razón por la que había sido devuelto. Me comentó que había pasado un gran susto, que eso que había conocido ahí fuera le había estresado mucho. Tenía mucho cortisol en la sangre, pero beta endorfinas pocas. Esto se sabe porque le hicieron unos análisis de sangre cuando regresó. El siguiente en volver, si que estaba hecho polvo el pobre.

 Un señor subido en un caballo le había clavado varias veces una cosa que llaman puya. La verdad es que sangraba bastante, respiraba muy deprisa, y en uno de los lados de su pecho se notaba palpitar su corazón muy rápido, demasiado. A este también le hicieron unos análisis, pero los resultados eran diferentes. Tenía muy altas las beta endorfinas y también las catecolaminas, pero las cifras de cortisol no eran las esperadas, si como él decía había sufrido tanto.

 Será exagerado el tío, pensé para mis adentros. El tercero que volvió estaba más fastidiado que el anterior. De su cuerpo manaba mucha más sangre, y de su boca también salía algún hilillo rojo. Se movía muy despacio, mugía. Me murmuró, porque no podía casi expresarse, que además de los puyazos, le habían puesto banderillas. Efectivamente, sobre su lomo sobresalían unas cosas alargadas. Unos señores se las fueron retirando y vi que sus puntas eran una especie de arpones.

Al quitarlas salieron unos enormes chorros de sangre. A éste también vi que le sacaban sangre para los análisis. Los resultados, según dice el veterinario que los hizo, eran parecidos al que habían devuelto antes, pero las tasas de cortisol tampoco eran las esperadas. De beta endorfinas también andaba sobrado, y de catecolaminas.

Que raro pensé yo, será como dicen los que defienden la “fiesta”, que somos unos exagerados, que el sufrimiento que padecemos no es tan grande. Dicen además que como tenemos la sangre llena de beta endorfinas, somos capaces de neutralizar el dolor, y casi sentir placer.

Estaba yo absorto en estos pensamientos, cuando de repente oí mucho alboroto, música y gritos. Me azuzaban para conducirme por un camino limitado a ambos lados por tablones y de pronto, sentí un dolor importante en mi zona dorsal.

Antes de salir a la plaza también me habían propinado algún “garrotazo”. Me habían pinchado y clavado una cosa que llaman divisa. Me sentí nervioso, asustado, tenía miedo. Soy un toro, así que los mecanismos de defensa psíquica como es pensar en otras cosas o tener conciencia de lo que está pasando que ponen en marcha otras especies como los humanos, yo no puedo utilizarlos. De repente mi sistema nervioso periférico le ha dicho a mi cerebro que les diga a mis glándulas que secreten las hormonas del estrés.

 Mi hipotálamo va a producir mucho CRF, que le dirá a mi hipófisis que produzca mucha ACTH, que a su vez le dirá a mis adrenales que descarguen mucho cortisol. Lo que quiere mi organismo es tranquilizarme, volver a la normalidad mi respiración acelerada, decirle a mi corazón que deje de latir fuerte. Pero no, es imposible. Acabo de salir a un recinto abierto, con un piso de arena fina y me veo rodeado de un gran gentío que grita, grita y aplaude. No sé donde estoy, y esto me asusta aún más. Mis glándulas descargan más hormonas, mi sangre se inunda de cortisol. Bueno, y también de adrenalina, y de noradrenalina, que son catecolaminas.

También estoy descargando algunas beta endorfinas. Me he pegado alguna que otra carrerita, embistiendo a un señor que no había visto nunca que me llama a gritos y me enseña un trapo. Dicen que es rojo porque a mi me atrae mucho ese color. Es mentira, yo sólo veo en blanco y negro, mis ojos no tienen células especializadas para distinguir los colores.

Lo cierto es que es rojo para que la sangre que emanará de mis heridas, no se note demasiado en el trapo. Os imagináis que fuera blanco…Después de unas cuantas embestidas a varios señores con trapos en sus manos- derecha o izquierda, según que sean diestros o zurdos-, he notado que me quieren llevar hacía una zona determinada.

No lo distingo bien, porque por la posición de mis ojos, mi visión lateral es muy limitada. Pero sí, ya lo veo, es un caballo con un señor encima. Conozco a este animal porque cuando me han hecho lo que llaman acoso y derribo, los señores que querían tirarme al suelo con sus largas lanzas con un pincho iban montados en ellos. Mis hormonas del estrés siguen muy altas en mi sangre. Mi volumen sanguíneo está intacto todavía.

 Ahora, lo que me van a hacer es lo que denominan descongestionarme, quitarme fuerza, hacerme más lidiable, o como se ha dicho recientemente producirme algo de dolor para que mi cuerpo atlético, que es especial y diferente al del resto de las especies, descargue en milisegundos unas sustancias milagrosas que me quitarán el dolor.

Las llaman beta endorfinas, las “hormonas del placer” o de la “felicidad”. En mi sangre ya hay unas pocas circulando, por la divisa que me pusieron y porque mi respiración ya está muy acelerada. Para conseguir eso me hacen embestir al caballo, y yo, como soy bravo, voy a por él.

Vaya tontería que acabo de cometer. De repente he sentido un dolor enorme. Hay ahí arriba algo que me está haciendo daño. En realidad yo creo que es el caballo, así que para defenderme, le embisto con todas mis fuerzas. Pero no puedo, no puedo más, esto duele mucho y empiezo a notar cierta debilidad en mis patas y la sangre empieza a manar en la zona donde se localizan mis vértebras torácicas y dorsales.

Al parecer, el picador no ha acertado con la puya y me la ha clavado en una zona que según los entendidos no es la adecuada. Los que saben de esto, dicen que la puya debe ser clavada en el morillo, que es una zona donde mis músculos están muy duros, pero claro, como yo me muevo mucho, pues no aciertan. La puya se sale, el picador la vuelve a clavar, y más dolor, y más sufrimiento.

Decido retirarme, no puedo derribar al enemigo. Algunas estructuras anatómicas de mis vértebras, lo que llaman apófisis espinosas y transversas han sido fracturadas. Algunos huesos de mi columna han sido aplastados. Me imagino lo que se vería si me hicieran una radiografía.

 Mi médula espinal, que es un cordón nervioso que está protegida por estas estructuras óseas, se empieza a encontrar presionada, y debido a la hemorragia que me han producido, hay sangre que ha invadido el canal medular, que en algunos tramos se empieza a encontrar presionado. Me duele mucho, así que mi sangre se está llenando de beta endorfinas.

Mis receptores del dolor, que se llaman nociceptores, han recibido esta desagradable sensación y mi sistema nervioso periférico le ha dicho al que manda, el sistema nervioso central, que descargue beta endorfinas para paliarlo. Sigo estresado, tengo pánico, necesito cortisol, así que mi cerebro ya debería estar diciéndole a mis glándulas que lo produzcan en cantidades industriales. Pero hay algún problema que todavía no sé muy bien cual es.

Mi corazón pide sangre para aportar a mis órganos, mis células piden glucosa y mi sangre se llena de ella para compensar el gasto energético que tengo, mis pulmones inspiran y espiran a una velocidad de vértigo, necesitan oxigeno con urgencia. Mis funciones vitales se han vuelto locas con tanta alteración. Los señores de los trapos rojos me llaman, me chillan, zarandean sus manos, quieren que vuelva a que me hagan más daño, me niego, me doy la vuelta, quiero desaparecer.

 Sigo nervioso, estoy sufriendo y me duele, pese a mis beta endorfinas. Me han dado un momento de respiro. Mientras, suena una música que apenas oigo. Están en lo que llaman el cambio de tercio. Estoy muy asustado, no sé lo que me espera. Mis amigos que fueron devueltos a los corrales me habían contado algo, pero en base a sus análisis de sangre creía que exageraban.

 Al poco rato veo un nuevo señor, que no lleva en sus manos ningún trapo rojo, sino una especie de palos. Los tiene levantados a la altura de su cabeza y en su punta brilla algo metálico. Hace sol, por eso veo el reflejo. Me llama, se acerca hacia mi corriendo, voy a por él, y de repente, siento un fuerte dolor agudo en mi columna que me hace pegar un salto. De nuevo siento mis vértebras dañadas, mis músculos perforados, mi sangre mana.

Así ocurre tres o cuatro veces más, no recuerdo. La segunda vez he intentado empitonar con mis cuernos al de las banderillas, pero las fuerzas no me responden. Con el tercero no he tenido ni fuerza para correr, me he rendido, ha pasado a mi lado y casi me he quedado quieto. Estoy agotado. Nuevas banderillas, más dolor, más y más.

 Dicen que cuanto hay un estrés se pasa por tres fases: la primera es la que llaman de alarma, la segunda la llaman de adaptación o de resistencia y la tercera es la de agotamiento. En las dos primeras el organismo descarga catecolaminas y cortisol en cantidades importantes. ¿Y que pasa en mi sangre?, ¿que hace mi cuerpo ante tanto dolor, ante tanto destrozo? ¿Qué puede hacer mi especial organismo para contrarrestar tanto sufrimiento? Recuerdo que antes de salir a la plaza, y en los primeros momentos, la ACTH y el cortisol, como consecuencia de mi miedo y mi ansiedad circulaban por mi sangre en grandes cantidades.

 Si me hubieran sacado sangre en este momento, los valores de estas hormonas, según los últimos estudios, estarían elevados pero no muy lejanos a los que tenía cuando estaba en la dehesa viviendo tranquilamente. Que raro, algo está pasando. ¿Será que ya no estoy estresado? ¿Será que ya no sufro? ¿Será que me he adaptado? ¿Influirá que me estoy agotando? La respuesta la tienen esos buenos médicos que intentan evitar el dolor en sus pacientes antes, durante y después de las operaciones.

 Han descubierto que cuando el sistema nervioso no está intacto, como estaba el mío cuando me subieron al camión y cuando estaba en la plaza antes de la lidia, la transmisión nerviosa no funciona adecuadamente. Quiero decir que como me han metido puyazos y banderillas se han “cargado” parte de esa transmisión nerviosa que debería decirle a mi cerebro que les dijera a mis glándulas que produzcan mas CRP, y como consecuencia más ACTH, y como consecuencia más cortisol para aliviar mi sufrimiento.

 Pero no se puede, no es científicamente posible. Mis catecolaminas, que se han ido produciendo en grandes cantidades para aliviar mi tensión arterial, mi flujo sanguíneo, mi función cardiaca y mí respiración se están agotando, pero aún así tengo mecanismos celulares que las siguen produciendo. ¿Recordáis?, alarma, adaptación, resistencia, agotamiento.

 Y qué pasa con mis beta endorfinas. ¿Por qué mi organismo no puede producir cortisol y a estas sí puede producirlas? La respuesta de nuevo la tienen los buenos médicos. Resulta que cuando el sistema nervioso no está intacto, el organismo tiene otro mecanismo para generarlas.

 Hay células capaces de hacerlo aunque el sistema nervioso esté alterado. Uno de los lugares donde estás células, llamadas de la inmunidad las producen es en zonas próximas a las lesiones, en especial donde se ha producido una lesión y se está desarrollando una inflamación.
 Por eso los análisis dirían que mi sangre está cargada de beta endorfinas después de las puyas y las banderillas, pero no tiene el cortisol que debería tener si es que estoy sufriendo tanto.

Lo que vendrá después son lances del estúpido juego al que me someten los humanos. Tengo que embestir de nuevo el trapo rojo del que más euros recibe entre los que me han hecho daño, del matador, del que terminará con mi vida. Mi vida a costa de algo que llaman faena.

Efectivamente, me están haciendo una faena, y gorda. Lo cierto es que ya me da lo mismo, estoy muy cansado, estoy agotado, estoy en la última fase del estrés. Quiero embestir, quiero luchar, pero no puedo. La verdad es que durante un rato, a pesar del daño que me han causado, me encuentro un poco mejor, ya no hay puyas, ni banderillas, pero después de tres carreras me encuentro de nuevo muy mal. He vomitado, echo sangre por mis ollares, mis extremidades no me sujetan, me he caído tres o cuatro veces.

 Cada vez veo peor, pero, aún así saco fuerzas de flaqueza. Por un momento me vuelven a dejar tranquilo. He visto al torero cambiar algo que llevaba detrás del trapo por algo que ha brillado, que tiene más brillo que las puntas de las banderillas. No sé que es, pero tampoco me importa. Vuelve hacia mi, quiere que embista una y otra vez, una y otra vez, sin darme descanso. Cada vez mana más sangre de mi cuerpo.

 Estoy mugiendo de dolor, estoy sufriendo, estoy agotado, no puedo seguir.
El torero se ha situado frente a mí, me mira, ha sacado algo de detrás del trapo rojo. Apunta con el utensilio hacía mí, me enseña el trapo por debajo de mi cabeza, la bajo y embisto.

 He sentido otro enorme dolor, he sentido que algo se ha rasgado en mi interior, me falta el aire, creo que mis pulmones se han roto, alguno de mis grandes vasos sanguíneos, ha sido seccionado. Mis pulmones se encharcan, me tambaleo, me estoy muriendo. Un gran vómito de sangre sale de mi boca y mi nariz. A paso lento, muy lento, me dirijo a algún sitio donde apoyarme, mis patas ya no me sujetan, estoy cerca de lo que llaman el burladero. ¿Tendrá esto algo que ver con eso que llaman hacer burla? Yo creo que sí, durante un rato se han burlado de mí, haciéndome “entrar al trapo”, haciéndome cargar contra un caballo que yo creía que me hacía daño, haciéndome correr hacia un señor con banderillas en sus manos. La peor burla ha sido la última: el matador ha tirado su trapo al suelo, me ha hecho bajar la cabeza, embestir y me ha clavado su espada.

Me he tumbado, quiero que me dejen en paz, quiero morir. Pero no, “ellos no quieren que sufra”. Lo que en realidad quieren es que nadie vea mi agonía. Tiene gracia, llevo agonizando desde hace mucho rato y ahora se preocupan de la estética. Con mis ojos vidriosos, empañados por las lágrimas veo a un hombre que se acerca, se ha agachado ligeramente y me ha insertado algo en el cuello. Siento otro profundo dolor, me ha seccionado la médula, y yo convulsiono. Esto se ha terminado. Ya no tendré nunca la oportunidad de descargar cortisol, catecolamina o beta endorfinas. ¿Para qué?

Y ahora poneros a pensar.
Gracias humanos.

Desconectado Rosa & Floren

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #6 en: 24 de Septiembre de 2014, 04:16:33 pm »
SOL
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EN ESTOS DÍAS DONDE EN CUALQUIER PUEBLO O CIUDAD  DE ESPAÑA ESTÁN DE FIESTAS AQUÍ LES DEJO UNAS IMÁGENES DE TAUROMAQUIA DONDE SE MUESTRA UNA CORRIDA DE TOROS
Hola Jesus una presentacion no asenta de polemica, musica un 10 imagenes bien pero el tema para mi es un cero, no se que diria el toro si pudiera hablar del trato que le dan es las plazas de toros, pero a mi me molesta un monton cuando me pica un mosquito. Un abrazo

Desconectado jesus mota

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #7 en: 24 de Septiembre de 2014, 04:54:08 pm »
Carta de un toro a los antitaurinos

Me llamo ‘Toro de Lidia’. Dicen que soy uno de los animales más bellos del planeta, que estoy enamorado de la luna y que el orgullo animal se encarama en mis astas. Lo que digan los poetas y cantantes es lo de menos. Mis antepasados vivían en toda Europa y Asia Central, pero los humanos los fueron exterminando, porque, lo reconozco, los toros bravos tenemos carácter y bastante afición a pegar cornadas a todo lo que se mueve. No somos corderitos. Lo verdaderamente importante es que mi raza sobrevive gracias a las corridas de toros y sólo en los países en los que hay corridas de toros.

Se trata de una ley económica elemental: la demanda crea la oferta; mientras haya afición taurina, habrá toros de lidia. Si no, seremos exterminados por completo.

He vivido mi infancia y juventud espléndidamente en dehesas sin fronteras. Me duele saber que otros animales salvajes viven enjaulados en los parques zoológicos. Y me dan ataques de claustrofobia cada vez que pienso en los animales de granja estabulados (cerdos, pavos,  pollos, etc.). Toda una “vida” mirando un metro cuadrado de suelo, esperando el día en que, hacinados en camiones, sean llevados al matadero, sin posibilidad de ser indultados tras hacer una pelea con bravura. O esos perros y gatos encerrados casi todo el día en un piso, y habitualmente castrados para que el dueño esté más tranquilo. Encerrados y castrados. ¡Eso sí que es tortura!

Por no hablar de los peces, colgados del anzuelo durante un buen rato, o los mariscos, a los que tiran vivos en el agua hirviendo… ¡yo no me cambio por ninguno de ellos!

Escribo esta carta desde el toril donde yo también aguardo el momento de ser sacrificado. Es la suerte común de todos los animales que con nuestra carne y piel prestamos un servicio al hombre. Me cabe la satisfacción de saber que hasta mis últimos movimientos proporcionarán un espectáculo que emocione a muchas personas.

Unos lo verán como un deporte de riesgo donde un enjuto torero (provisto sólo de capa y espada) se enfrenta a un toro enorme. Otros valorarán más el arte y colorido impresos en cada pase. Deporte o arte, lo que me satisface sobremanera es que los aficionados disfrutan sin necesidad de descargar su rabia contra nadie. He oído hablar de un deporte (fútbol creo que se llama) que a menudo termina en peleas entre seres humanos hasta la muerte.

No hay deporte sin riesgo y sin dolor. Por lo que a mí respecta, ese cuarto de hora de lucha cara a cara con el hombre (nunca de «tortura», pues yo embestiré cuando me dé la gana y repartiré lo mío) no me parece un coste excesivo al contrastarlo con las ventajas que antes he disfrutado y con las torturas infligidas sobre otros animales y personas. Sí, también personas. Estoy pensando en las torturas practicadas a la población reclusa en tantos Guantánamos que todavía quedan en el mundo.


Amigos ecologistas: Gracias por la “preocupación” que desde siempre habéis mostrado por mi especie y raza: el toro de lidia. Me temo, sin embargo, que el remedio que proponéis es peor que los males que suponéis padecemos. ¿O se trata, acaso, de una manera de desviar la atención de los verdaderos problemas que azotan a los demás animales y a la especie humana?

Desconectado jesus mota

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #8 en: 24 de Septiembre de 2014, 04:56:24 pm »
PUES ESO FLOREN LA POLEMICA LA LANZA QUIEN QUIERE AL MOSQUITO QUE LE PASA COMO DICE LA CARTA YO QUIERO UN ANIMAL VIVO CORRIENDO QUE UN ANIMAL DE ZOO Y EXTINGUIDO PERO BUENO QUIEN NO LO COMPRENDA LO SIENTO UN ABRAZO

Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #9 en: 28 de Septiembre de 2014, 12:30:44 am »
Querido amigo Jesús como pps es excelente en realización, imágenes  y música, pero no te parece amigo mío que esa tradición tendría que terminar, piensa por las noches cuando vas a dormir y pones tu cabeza en la almohada si fueras el toro? no sufrirías viendo llegar y sentir que llega tu muerte?  y además con sufrimiento. No me gusta meterme mucho en temas que corresponde a costumbres de otros países, pero esta me parece que es muy retrograda. Te mando un beso grandote espero que no te enojes conmigo eso es lo que pienso. Cris.

Desconectado miguel7

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #10 en: 28 de Septiembre de 2014, 02:32:12 pm »
Querido y apreciado amigo Jesus.
Siempre estare en contra del maltrato...los motivos y causas del origen me dan igual.
Un animal SUFRE con dolor+dolor , provocado por un hombre con banderillas, con una pica , con una espada.
El enfrentamiento no es de igual a igual...el toro nace con cuernos , solo se defiende.
El hombre utiliza armas de tortura , para desangrar poco a poco al toro , para cansarlo y agotarlo y asi cuando este agonico poder matarlo con todas las ventajas que le da ser "racional".
Te envio un fuerte abrazo y respeto tus costumbres , aunque esta vez no la comparta.
                      Un abrazo desde La Linea.

Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #11 en: 28 de Septiembre de 2014, 04:49:44 pm »
excelente y maravilloso  ficheromi querido  Jesus    ; pobres animales      , la toromaquia   es   dura
   feliz domingo      besos  :corazon :Abrazo

Desconectado jesus mota

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sol y sombra y capotazos de muerte
« Respuesta #12 en: 28 de Septiembre de 2014, 06:24:55 pm »
                         



EN PRIMER LUGAR  RESPETANDO LA SENSIBILIDAD  YO HE ECHO UN PPS DE BONITAS IMÁGENES Y EFECTOS   DONDE NO SE MUESTRA UNA SOLA GOTA DE SANGRE CADA UNO PUEDE VER DECIDIR Y COMENTAR NO SE PUEDE COMENTAR UNA COSA SIN VERLA LO PRIMERO SOLO POR INTUICIÓN Y AUN ASI NO SE SI SERA UN SHOW,FIESTA POPULAR,O CULTURA DE UN PAÍS SE QUE DONDE EXISTEN CORRIDAS DE TOROS EXISTEN ESTOS ANIMALES NO SE SI HABÉIS PENSADO EN LAS CONSECUENCIAS DE UNA POSIBLE DESAPARICIÓN DE LOS TOROS PUEDE QUE SEA UN RITUAL PENSADO EN LA MUERTE YO O PARA MI ES DE UN CRIÓ CREER QUE PUEDE SACAR UNA FAMILIA PA LANTE Y LUCIRSE  SALE EL ANIMAL SI A LA MUERTE CLARO PARA ESO SE CRIA NO CREO QUE SEA MENOS QUE UN POLLO O UN CERDO O UN GANSO ASUSTADO ME EXTRAÑA QUE SALGA UN TORO AL RUEDO SALE DICIENDO QUE AL QUIEN PILLE ESO....LOS ARPONES NO LE DESANGRAN NO SI ECHA SANGRE COMO NO Y YO CUANDO SUFRO UNA CAÍDA O ALGO PARECIDO LES DUELE SEGURO HAY COSAS QUE DUELEN MAS QUE LOS PUÑALES MUERTE CRUEL COMO TODO BICHO VIVIENTE QUE COMAMOS UN PULPO HERVIDO UN POLLO CORTADO EL CUELLO ETC  SI ESTO SE LLAMA CORRIDA DE TOROS POR ESO NO QUIERO DECIR NI CONVENCER A NADIE PERO NO INTENTÉIS CONVENCERME AMI DE QUE NOSOTROS NO AMAMOS AL TORO BRAVO SEGURO QUE MAS QUE EL QUE QUIERE SU EXTERMINACIÓN

Desconectado Isabel 13

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Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #13 en: 28 de Septiembre de 2014, 08:59:07 pm »
Jesús, bonito pasodoble para acompañar a tu presentación, yo respetando a las personas que están en contra de las corridas de toros, he de decir que a mi si me gustan, también las goyescas y las de rejones ya que el caballo se luce un montón, yo miro las corridas como un arte del toreo, pero comprendo lo del castigo al toro, pero peor es ponerle fuego en los cuernos en forma de diversión, pues eso es lo que pretenden, divertirse, también si pensamos en maltrato, mira las peleas de gallos, la caza tirando a conejos etc, siento si mi opinión no gusta, pero para gusto están los colores, un fuerte  :Abrazo amigo Jesús hasta Campo real desde Móstoles Isabel

Re:SOL Y SOMBRA
« Respuesta #14 en: 29 de Septiembre de 2014, 04:08:22 am »
Sr. Jesús Mota. Vivo muy lejos de su hermoso y pintoresco país. Vivo en Mendoza (Argentina) donde gracias a Dios, aún teniendo a más de la mitad de nuestra población de origen español, NO se practican las corridas de toros que están prohibidas desde hace muchísimo tiempo. Soy defensora de la vida y no puedo entender qué placer obtienen los cultores esta "tradición" cuando ven a un animal inocente (no ha hecho daño a nadie) e indefenso (no posee otras armas que sus cuernos) sufrir heridas mortales, burlas canallescas a su estado de indefensión y al fin, la muerte liberadora. ¿Qué goce puede generar ese espectáculo dantesco, brutal, cruel, de una vida que se va con tanto sufrimiento? Soy VEGANA, es decir, no uso animales para ningún aspecto de mi vida (alimentación, vestimenta, entretenimiento, diversión, cosmética y medicación que obviamente no me hace falta tomar porque mi estilo de vida me mantiene saludable física, mental y ESPIRITUALMENTE). Sólo espero que Dios se apiade de las personas que participan directa o indirectamente de estos "espectáculos", teniendo en cuenta que TODO VUELVE! Es una Ley universal (Karma, para los orientales). Es decir, la siembra buena produce buenas cosechas, y los actos malos... generan sólo respuestas malas. He querido ser lo más suave posible en mi comentario, pero ¿sabe qué me sucede? Me pongo en el lugar de esas pobres víctimas y no puedo menos que expresar todo mi dolor y rechazo ante estas prácticas.
¿Conocen ustedes la palabra "empatía" (ponerse en el lugar del otro)? Sería bueno que la aplicaran al reino animal también. Gracias y disculpe si lo importuné con mi opinión.